¿De verdad quieres opinar al respecto?
"Yo estoy bien. Tú estás mal."
¿Cuántas veces nos hemos parado en esa posición sin movernos ni un ápice? ¿Sin realmente escuchar o sentir empatía por lo que nos expone la otra parte?
Decimos muchas veces en este blog, que todo aquello a lo que te resistes, crece. Esto incluye nuestras posiciones sobre un tema. Queremos controlar lo que los demás piensan, nos resistimos a pensamientos e ideas diferentes. Nos sentimos en la gloria, cuando alguien nos da la razón y nos sentimos violentados, cuando alguien nos lleva la contraria.
Pero, ¿Cómo saber quien tiene la razón? ¿Podemos justificar pensamientos de odio, racismo, discriminación? Por poner varios ejemplos. Y piensas, ¡Claro que no! ¡Sigo teniendo la razón! Sin embargo, y aunque parezca injusto, nosotros exponemos que todo es verdad y todo es mentira. Y cada cabeza es un mundo. Da una vuelta por Facebook. Acepta lo que pasa. Muros y muros de comentarios a favor y en contra. Estos lamentos, propuestas, contra propuestas, insultos, nunca dejarán de existir.
La curiosidad es una herramienta poderosa cuando nos enfrentamos con ideas y conceptos diferentes a los nuestros. Tomemos el racismo como ejemplo nuevamente. Cuando escuches a alguien hablar con desdén de otras razas y tú difieres, pregúntate, que lo hizo pensar de esa forma. ¿Acaso fue su crianza? ¿Algún episodio de su niñez lo condicionó? Desarrolla la empatía y evita la urgencia de discutir y de exponer (e imponer) tus creencias. Simplemente, sigue tu camino y no reacciones. Resiste la tentación de hacer cambiar de idea a otros.
Y si no crees esto que te decimos, lo aceptamos :-)
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