Como un faro, las personas co-dependientes dan luz a todo lo externo
sin preocuparse por lo interno
El otro día, una amiga se puso a analizar a sus ex-parejas y se dio cuenta que todos tenían un denominador común: Siempre se enamoraba del tipo que nunca alcanzaba su pleno desarrollo. Tiene a sus espaldas, un embrollo de cuasis. El cuasilíder, el cuasipintor, el cuasimúsico, el cuasi-próximo-markzuckenberg... Y no estoy hablando de la clase de éxito que hace a una persona rica o famosa. Era, a fin de cuentas, una romántica empeñada en restaurar personas, como se restauran los muebles y casas antiguas. Una co-dependiente enamorada del potencial de las personas. ¿Quieres saber si eres co-dependiente?
De acuerdo a Susanne Huhn, eres co-dependiente en tus relaciones de pareja, si:
- Tu atención está centrada en las supuestas necesidades de la otra persona
- No distingues si dichas necesidades son adecuadas
- Si el otro no te pide nada, te sientes insegura e intentas averiguar lo que espera de ti
- Sientes una rabia interna, porque ya diste más de lo que debiste dar
- No sabes decir "NO"
La sanación de la co-dependencia inicia con amarte a ti misma y desarrollar un egoísmo sano, para establecer una relación sana. Y, tienes una relación sana, si entre otras cosas, te quieres a ti misma, tus sentimientos dependen de tu autoestima, los conflictos de tu pareja no te afectan porque aunque te importa esa persona no controla tus sentimientos, manifiestas tus sentimientos sin tener en cuenta las consecuencias (en la co-dependencia te eximes de comunicar tus sentimientos por temor a hacer enojar o entristecer a la otra persona), cultivas tus propios intereses, expresas tus necesidades y procuras satisfacerlas.
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