"Cotiza por encima", me dice uno de mis colaboradores, cada vez que le mando a algún prospecto el costo de nuestros servicios de Reclutamiento. "La gente siempre te va a pedir rebaja, es la cultura del Dominicano".
A mi, me cuesta un poco de trabajo entenderlo y nunca lo hago según él me aconseja, y es que no es mi filosofía de vida, ni la de mi empresa. Nunca pido rebaja, y por lo tanto, siempre pienso automáticamente, que los demás tampoco van a pedirme rebaja. Pienso que negociar y regatear no son la misma cosa, pues en las negociaciones, ambas partes intentan establecer un ganar/ganar, mientras que en el regateo, una parte intenta obtener claramente la ventaja. Es evidente entonces que en nuestro país queremos siempre llevar la delantera. Poder darnos el lujo de decir frente a nuestros amigos y familiares: ¿Adivina en cuanto compré esta casa? Es símbolo de inteligencia, de "tigueraje" el conseguir algún producto o servicio a muy bajo precio.
"En nuestro negocio tenemos un tarifario y nos atenemos a el". Les digo a mis colaboradores, pues para mi, cotizar es blanco o es negro. No tiene tonos grises. De igual forma, así como no estoy de acuerdo con nuestra cultura de regateo, tampoco estoy de acuerdo con precios inflados y abusivos.
Por lo que, si en algún momento tienes un cliente que enseguida pone peros a causa de tus precios, si son justos y tú sabes que son justos, no te sientas mal. Se supone que tus tarifas fueron claramente establecidas de acuerdo a tu público, al mercado, al trabajo que sabes y al trabajo que haces. Si un prospecto regatea e invalida tus precios, no te detengas mucho tiempo a lamentarlo, pues acabas de zafarte de lo que seguramente será un cliente exigente, demandante de tu tiempo y lento en el pago.
Si no estás de acuerdo conmigo, me gustaría saber ¿Por qué? Anímate a escrirnos.
Si no estás de acuerdo conmigo, me gustaría saber ¿Por qué? Anímate a escrirnos.
Comentarios
Publicar un comentario