"Fui la paciente número cero en perder de forma casi instantánea
la reputación personal a escala global"
Monica Lewinsky
En 1998 Monica Lewinsky vio su vida tomar un giro inesperado cuando se hizo pública su relación amorosa con el entonces Presidente de los Estados Unidos, el Sr. Bill Clinton. Hasta antes de esa fecha (y así lo expresa la misma Monica en su discurso en TED, arriba el video completo en Inglés) solo se conocían tres canales de difusión de noticias: El periódico, la televisión y la radio. Pero lamentablemente para Monica Lewinsky y para todos los que la han sucedido, ya el Internet había aparecido, por lo que ella fue sin ninguna duda, la primera persona en ser "molestada" por los usuarios de Internet, etiquetada como una mujer fácil, prostituta, entre otros apelativos que no vale la pena mencionar. A esto le llamamos hoy, cyberbullying.
Antes del Internet, solamente las personas vinculadas, o sus invitados, a los tres medios que ya mencioné más arriba, podían dar a conocer su opinión públicamente. Con el Internet, esto cambió y ya todos podemos expresar lo que pensamos. Por YouTube, Facebook, Twitter, Instagram, Blogs, etc, etc, etc, O sea, ya todos tenemos el poder de la difusión de nuestras opiniones.
En nuestro país, hace unos días, un caballero con algo más que un mal día, tuvo la mala suerte de ser grabado mientras agredía física y verbalmente a los agentes encargados del orden en el tránsito o Policía Metropolitana (AMET). Su reacción violenta se volvió viral en unas pocas horas en nuestro país y no tardaron en aparecer los detractores de su proceder. En el caso de este señor, los comentarios negativos fueron más que los positivos y el encarnizamiento que siguió fue todavía más negativo que el acto en sí. Cierto, su actitud fue deplorable, sin embargo, todos tenemos derecho a tener un mal día, a estar borrachos de poder (sin razón), a estar equivocados, a pagar nuestras culpas y a enmendarlas.
Recuerdo una vez se filtraron en el Internet unas fotos muy privadas de una actriz y comunicadora dominicana y la forma tan valiente como ella lo afrontó. "No tengo que darle explicaciones a nadie", dijo. Y es verdad. Lo que pasó en un momento de intimidad en su vida no fue un acto de maldad. Dar click con el morbo entre los dientes y difundir algo que no te corresponde, que es privado, eso si fue maldad.
Es cuando suceden estos casos, cuando alguien se equivoca, a veces hasta de forma inocente, (no me refiero a situaciones aberrantes como la pedofilia, asesinato, abuso animal, etc) y esta acción se hace pública (ya nada es privado), es cuando los seres humanos tenemos la opción de utilizar dos de nuestras grandes capacidades, o la crueldad para actuar como depredadores de los demás por que nos creemos perfectos, o la compasión y paciencia, para esperar una disculpa y que el culpable pague como es debido su mal proceder, sin nosotros convertirnos en verdugos virtuales.
Podemos protestar, opinar, desahogarnos a través de los tantos canales que nos da el Internet...pero tratar de que esto siempre sea edificante y no destructivo.
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