Es ya una experiencia bastante conocida por nosotros el hecho de que al "vender" nuestras capacitaciones encontramos ciertos argumentos en contra de este tipo de actividades, y generalmente pasa en las MIPYMES y no en las empresas más grandes y más organizadas.
Y aunque sabemos que tenemos un programa bastante atractivo, a veces se nos hace cuesta arriba, mayormente por el rechazo de algunos dueños de MIPYMES a la capacitación del personal. Esto quizás a una pasada mala experiencia o simplemente por la convicción de que un curso o taller es un gasto que no traerá ningún beneficio a la organización y que es una "pérdida de tiempo".
Sin embargo, y aunque las mejoras no sean cuantificables, consideramos que la capacitación del personal es una inversión y no un gasto. Es decir, una estrategia que a la larga, traerá más beneficios que desperdicios. Estas son las razones positivas que damos al momento de difundir un curso:
1) Otorgar a los colaboradores los conocimientos necesarios, las actitudes correctas y las habilidades requeridas con la idea de lograr un buen desempeño de los mismos.
2) Ayudar con el clima organizacional ya que está demostrado que cursos, talleres, diplomados o actividades de "Team Building" aumentan la motivación, productividad, integración y compromiso.
Como dirigente o dueño de una MIPYMES, se deben tomar en cuenta los siguientes aspectos para tratar de aprovechar mejor las capacitaciones:
1) Analizar previamente que parte de la empresa necesita mejorar o ser actualizada.
2) Integrarse al proceso de capacitación investigando los antecedentes de la empresa encargada de dar los cursos y haciendo un análisis del costo/beneficio de los mismos.
3) Luego de que pase la capacitación, se le debe dar seguimiento, mediante encuestas u otro método.
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