Yo sigo insistiendo en mis escritos que estamos al borde de un despertar de conciencia colectiva, caracterizado por un dejar fluir y complicarnos menos la existencia. Un ejemplo de esto, es el deseo actual de muchas mujeres de dejar de procesarse el pelo para alisarlo y portar orgullosas su cabello al natural, o sea, en un "afro".
Me han contado que se requiere mucha valentía para iniciar ese nuevo estilo de vida. Primero, deben cortarse todo el cabello ya "trabajado" y luego esperar varios meses a que crezca con la textura y la caída que le corresponde por biología. Además del sacrificio "fashionista" que esto representa, hay otros retos. Uno de ellos es abandonar el impulso de visitar el salón todas las semanas, más para ponerse al día con los chismes y por costumbre. Otro gran obstáculo, y creo que el que más define a las mujeres que aún no se deciden, es la burla de las demás personas. Hay que enfrentarse a muchos prejuicios, sobre todo porque desde siempre, el hermoso pelo rizo ha sido denominado como "pelo malo", en gran parte creo que es por que es rebelde, por que parece tener vida propia. porque cae a su modo y cuando le da la gana. Sin embargo, tiene una connotación negativa que desalienta a las féminas.
Lo que sí me aseguran, es que atravesado el período de prueba, de corto a melena, se luce triunfante la verdadera esencia de la mujer que la lleva: Natural, sin químicos innecesarios en la cabeza, nada complicada, fiel a ella misma y a su genética. Una mujer feliz.
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