Tenía un jefe que nos repetía incesantemente que un buen empleado era un empleado que tenía balance. Quería decir que aquellas personas de buen corazón, pero con un estilo de vida desorganizado, eran personas queridas pero no eran personas material para ser un gran empleado. De igual forma, aquellas personas ambiciosas y trabajadores incansables pero falto de valores y de bondad, tampoco eran buenos empleados. Que él prefería tener personas que rayaban en la mitad, aquellos que eran sagaces en los negocios y excelentes personas. Que no eran tan "pendejos" como para dejarse engañar, pero tampoco tan buitres como para querer ganar siempre. Ese balance y sentido común, eran cualidades muy buscadas por este jefe que una vez tuve, y esa lección, me sirvió de mucho en mi futura vida como empresaria. Sin embargo, con el paso del tiempo, me he inclinado más por contratar en mi propio negocio, a los "buena gente" que a los "vivos", como se diría en buen dominicano. Pienso que aquellas personas que se caracterizan por su bondad, al fin al cabo son los más leales y dedicados.
Siempre que vamos a elegir personal para una organización que nos contrata para tales fines, les preguntamos a nuestros clientes, qué desean realmente, si una persona calificada como "buena de corazón" o un "empleado estrella" cuyas características rayan en la sociopatía, pero que a la hora de la verdad, los resultados son cerca de lo milagroso. Los dueños de negocios, y no nos sorprende, prefieren a los casi sociópatas, por que esperan los que estos logran: Productividad, cerrar negocios lucrativos y hacer que la empresa a la que pertenecen tenga un crecimiento rápido, todo esto sin importar las vías que utilicen y sin ninguna clase de remordimiento.
Quieres saber cuales son las cualidades de una "buena persona", mañana te lo contaremos en otro post.
Quieres saber cuales son las cualidades de una "buena persona", mañana te lo contaremos en otro post.
Ericarol
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